Creo que un maestro debe ser devoto de su profesión, vivirla apasionadamente para que el alumno se contagie y se inmiscuya en su labor propia. Para mí ha significado mucho participar en la formación de muchachos de provecho y es reconfortante encontrarse con alumnos egresados que me saludan con aprecio. Tal vez algo bueno de mí se llevaron. Lo que persigo es que el alumno se lleve una experiencia significativa de aprendizaje y que no sienta que su paso por la prepa careció de todo sentido o que no valió la pena; me esmero en elaborar mi planeación (aunque el papeleo administrativo me sofoca), en las acciones dentro del aula que van desde mucho esfuerzo en las explicaciones que doy rogándoles que externen las dudas que les hayan quedado para que desarrollen confianza y porque tampoco quiero que vean que nomás quiero pasar la hora. Les proyecto películas, audios, vídeos que refuercen o corrijan la adquisición de los conocimientos. Realizamos dinámicas grupales que se instauran para que no se fastidien de siempre lo mismo y la verdad, quedo exhausto, pero contento. Aunque no siempre. Es una triste realidad que no se consigue que todos los muchachos se sintonicen en el mismo canal de sus compañeros que le entran al quite y se siente frustración darse cuenta que no se es capaz de controlar esa situación. Este es el primer semestre en el que trabajo perfilándome al modelo por competencias y por lo tanto ha cambiado la forma de evaluar: ya no tiene tanta ponderación el examen sino que intervienen otros atributos que efectivamente tienen el propósito de desarrollar competencias en los chavos. Estoy consciente de que me hace falta mucho, y no tenía idea de cuánto hasta que vi el Programa de especialización que estamos cursando. Por otra parte, he logrado separar, más o menos bien, mis problemas personales de mi labor en el aula. Eso lo percibe muy bien el alumnado y no sólo es para mis clases, también es para mi hogar. Casi siempre estoy de buen humor. Cada problema que tengo se queda donde pertenece y no me desquito con quien no tiene nada que ver. No me considero superior a los muchachos y así se los hago saber, pero tampoco soy su cuate. Podemos llevarnos bien pero no debemos perder de vista los roles de cada quien. Les permito que hagan relajo y tolero hasta cierto punto que platiquen y se rían mientras explico algo y ante los excesos simplemente los reprendo sin mayores aspavientos, sin embargo, suelo ser severo cuando, a mi parecer, lo amerita. He intentado con cierto grado de éxito apropiarme de los conceptos de la educación basada en competencias. Hace unos meses tuvimos un curso para aprender a elaborar la planeación didáctica basa en competencias y aunque estaba dirigido a compañeros que enseñan en primer año (yo enseño en tercero), me metí y participé y con base en las explicaciones dadas realicé mi planeación y estoy tratando con fervor religioso apegarme al propósito de desarrollar competencias a través de fomentar y dar seguimiento, por ejemplo, a actividades como trabajo en equipo donde el muchacho debe ser responsable, colaborativo, ingenioso, etc., elaboración de reportes de lectura basados en investigaciones documentales, reviso el grado de comprensión y análisis que el chico está desarrollando, calificando cada detalle o atributo con que debe contener el producto del alumno. Hay mucho por descubrir y aprender sobre este tema, bienvenido sea. Con ocho años de experiencia impartiendo las mismas materias, creo que hay tiempo de sobra para idear nuevas estrategias, metodologías y adecuaciones en la labor cotidiana. Algo que también busco es que no se hable mal de la escuela donde trabajo, quiero que alcance el prestigio de ser una institución que cuenta con maestros comprometidos con su trabajo.
Un abrazo a mis compañeros.
jueves, 20 de mayo de 2010
Mi confrontación con la docencia
Soy ingeniero industrial de profesión. Cuando estudié mi carrera tuve la oportunidad de colaborar con el departamento de ciencias básicas apoyando con asesorías de Matemáticas a compañeros de las generaciones posteriores a la mía. Pasó por mi mente la idea de trabajar dando clases pero debía terminar mis estudios, lo cual sucedió en 1998. Dejé varias solicitudes de trabajo en las dependencias de Educación en el estado sin tener resultados favorables para mí. Entonces trabajé unos cinco meses en el censo de 2000, luego en CFE y después el H. Ayuntamiento municipal, de la ciudad donde vivo actualmente. En febrero de 2002 logré ingresar a dar clases en la prepa donde aún laboro con cinco horas a un solo grupo. En ese entonces recuerdo haber sido un ente autoritario, estricto en exceso, dando clases a como Dios me dio a entender y hasta podría decir que era intransigente. Sin embargo para agosto del mismo año me di cuenta, por comentarios de mi esposa que trabaja en la misma Prepa como auxiliar administrativo, que no era la mejor forma de conducirme dentro del aula, así que me fui un poco por el lado afectivo de los chicos y hasta me nombraron asesor en uno de los dos grupos a los que les daba clases. Pero quizá una cosa es que los alumnos nos quieran y otra que seamos maestros competentes. En esas fechas comencé con un empleo paralelo sin tener que ver con la educación y ya saben lo que se dice del que sirve a dos patrones, imaginen lo mal preparados que salieron esos pobres chicos por una evidente planeación deficiente y ya no digamos acción y evaluación. Cinco años logré aguantar y desde hace dos y medio ya sólo me dedico a enseñar. Desde que renuncié a mi otro empleo mi bolsillo se ha visto seriamente castigado porque no he llegado ni a medio tiempo, pero me reconforta y mucho que veo buenos resultados en mi práctica docente.
Saludos....
Saludos....
Etiquetas:
afectivo,
evaluación,
profesión
Los saberes tecnológicos de mis estudiantes
A pesar de que no todos utilizan con frecuencia la internet, cuando acceden, buscan información, descargan música y videos y se comunican a través de algún servicio de mensajería instantánea; están de acuerdo en que un punto de reunión virtual en el que puedan compartir ideas, creencias y conocimientos, sería una buena opción para intentar comunicarse de manera rápida y con retroalimentación colaborativa, sobre tareas, dudas, investigaciones, etc., sobre una asignatura y que cada asignatura tuviera su propio espacio, llámese foro o blog. En este espacio se compartirán comunicaciones no sólo de cuestiones académicas, sino que se brindará ayuda para los que no están familiarizados con el manejo de los foros y/o blogs y el uso general de la internet, y en este campo será el más capacitado quien colabore más activamente, ya sea el maestro o los alumnos, aprendiendo éste de ellos. Los escritorios públicos, las pc’s portátiles, el laboratorio de cómputo, el escritorio escolar, son los lugares que se utilizan.
Saludos!
Saludos!
Suscribirse a:
Entradas (Atom)